Santa María Magdalena “Apóstol de los Apóstoles”

Misión Contemplativa Visto: 1632

Santa María Magdalena “Apóstol de los Apóstoles”

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Imagen del Museo del Vaticano publicada por Vaticans News

Santa María Magdalena, en la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, es un modelo de Mujer, “primera testigo y anunciadora de la Resurrección.  Ella proclama de manera particular la fuerza liberadora del amor misericordioso, infundiendo la esperanza de que a través de este amor, todos los que necesitan reconciliación pueden retornar al Padre”.cfr. Const.9

Con ocasión de La Asamblea Congregacional para la vida Contemplativa en la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, en un estudio y reflexión elaborada en noviembre de 2021, Hermana Janice Rushman, religiosa apostólica de la Congregación, en colaboración con Hermana Winifred Doherty, destacan la experiencia mística de María Magdalena reflejada en el evangelio de Juan, capítulo 20. El día de la resurrección, Juan nos cuenta que cuando Jesús se le acerca, María no le reconoce, hasta que Él le llama por su nombre: “María”… y ella responde "¡Rabboni! ¡Maestro!"… Después de esta Cristofanía ella recibe el encargo, - "Ve y díselo a mis hermanos..." María Magdalena recibió el envío directamente de Jesús resucitado de ser apóstol.

En los evangelios de la sabiduría (llamados apócrifos) vemos que María Magdalena fue capaz de estar presente en cada momento de la vida de Jesús, con todo lo que ello requería en un tiempo donde la mujer no tenía mayor relevancia. Fue capaz de estar presente en la pasión, muerte y resurrección de Jesús; en las comunidades de la Iglesia primitiva, ofreciendo a los otros apóstoles y a las comunidades su calma y su valentía; y la sabiduría que había aprendido de Jesús.

Como Congregación, hemos dedicado mucho esfuerzo, oración y tiempo para clarificar nuestra visión y cambiar la mentalidad sobre esta Santa que ahora es representada en una igualdad absoluta con los apóstoles.  Es necesario ir cambiando la visión tradicional sobre María Magdalena, honrándola hoy con el título de “Apóstol de los apóstoles”. La presentación errada de María Magdalena como una mujer sexualizada y proclive al llanto ha sido persistente en el imaginario popular y en la Iglesia occidental desde la Edad Media hasta hoy. Incluso el reconocimiento del Papa no borrará instantáneamente el prejuicio y la discriminación que existía, y sigue existiendo, hacia las mujeres en la actualidad.

Visión de Santa María Magdalena en la Iglesia oriental y occidental

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Imagen del Museo del Vaticano publicada por Vaticans News

Para la Iglesia oriental, la figura de Santa María Magdalena es muy importante. La destaca como aquella que se dejó amar por el maestro, le sigue en la misión apostólica dejando todas sus comodidades y que con mucho valor fue desde el pretorio hasta el Calvario junto a María la madre de Jesús y Juan el discípulo amado. Se destaca como una mujer valiente que a diferencia de los discípulos que huyeron, ella permaneció firme. Se enfatiza su valentía en el desarrollo de las primeras comunidades cristianas en formación, después de la muerte de Jesús. Ella es una figura bíblica donde la gracia transformadora del Espíritu Santo actúo maravillosamente y la hace destacar de entre los doce apóstoles.

En la Iglesia occidental, la historia nos refiere que fue el papa Gregorio I quien, en el año 591, presentó en una homilía su creencia de que las tres figuras bíblicas María de Magdala, María de Betania y la mujer pecadora arrepentida perdonada por Jesús, eran  una misma, aunque en realidad son personas diferentes. El tiempo nos irá dando la razón y podremos ir descubriendo la verdadera imagen de santa María Magdalena como la discípula amada de Jesús.

Siempre hubo una confusión en la identificación de María Magdalena como prostituida, fue hasta  1969 cuando el Papa Pablo VI, le retiró el apelativo de penitente. En la vida espiritual de Santa Teresa de Jesús destaca la presencia de Santa María Magdalena. Para Teresa, como era habitual en su tiempo, en María Magdalena se concentran tres figuras femeninas que ahora nosotros diferenciamos: María de Magdala, María de Betania y la mujer pecadora arrepentida perdonada por Jesús (personaje anónimo). Entre los rasgos que Teresa atribuye a esta santa, se encuentran características de esas tres mujeres. Teresa de Jesús menciona a María Magdalena como una de las figuras bíblicas con la que se siente identificada y enamorada, como contemplativa, a quien el Señor, inmerecidamente regala sus gracias.

Fiesta de Santa María Magdalena

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Imagen del Museo del Vaticano publicada por Vaticans News

Por decisión del Papa Francisco, la celebración litúrgica de Santa María Magdalena, que anteriormente tenía rango de memoria, ha pasado a ser fiesta a partir de 2016, conforme la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. La razón la ofrece el arzobispo Arthur Roche, nos dice: «es justo que tenga el mismo grado de festividad que se da a la celebración de los apóstoles en el calendario romano general y que se resalte la misión especial de una mujer, que es ejemplo y modelo para todas las mujeres de la Iglesia». Además, se ha redactado un prefacio para el 22 de julio, día de su fiesta, titulado “Apóstol de los Apóstoles”, en el que se destaca su papel de primera anunciadora de la Resurrección y discípula amada. Este justo reconocimiento reivindica la imagen y memoria de una mujer, que acompañó y dedicó muy valientemente su vida, su esperanza y su fe en el seguimiento de nuestro Salvador, incluso cuando otros temieron y se alejaron.

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Imagen del Museo del Vaticano publicada por Vaticans News

Los evangelios de la sabiduría o apócrifos no sustituyen en modo alguno a los evangelios canónicos. Más bien nos ofrecen una perspectiva ampliada de las enseñanzas de Jesús. Nos ofrecen también una maravillosa ventana, a través de la cual podemos ver a María Magdalena con ojos nuevos. Era una líder, un apóstol y una figura de sabiduría en la Iglesia primitiva. Para nosotras/os es una testigo y modelo donde podemos aprender de su sabiduría, mientras recorremos nuestro propio camino hacia la transformación personal.

Al igual que María Magdalena, estamos llamadas a dejarnos empoderar por Jesús, el Maestro de la Sabiduría. Estamos llamadas a mantener una relación mutua e íntima con Él cada día. Estamos llamadas a decir "¡Sí!" cada día a nuestra propia transformación de mente, corazón y acción. Nuestro discipulado debe estar en movimiento, fluyendo desde corazones ardientes y fieles. Estamos llamadas a soltar nuestras zonas de seguridad para ser libres de encontrar y entrar en las aguas, para nosotras inexploradas, del mundo actual. Estamos llamadas a ofrecer lo mejor de nosotras mismas, al hacer nuestras las amorosas preocupaciones de Jesús, nuestro Buen Pastor. Como Santa María Magdalena, sepamos descubrir al Maestro en medio de la angustia y anunciemos a los demás que Él vive en medio nuestro.

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Imagen del Museo del Vaticano publicada

 

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